Manzanal de los Infantes nos ofrece la posibilidad de realizar numerosas rutas y conocer los pueblos de los alrededores y su arquitectura.
Siguiendo antiguos caminos tradicionales, atravesaremos bosques de robles, plantaciones de pinos y de castaños centenarios, sin que apenas nos toquen los rayos de sol; nos perderemos entre el monte de matorral y escobas, donde, con suerte, nos sorprenderá una manada de ciervos o jabalís; descubriremos extensas y verdes praderas donde pasta libre el ganado y disfrutaremos de estrechos y frescos valles de salgueiras al pie de limpios arroyos.
Unas tierras de leyenda, todo un lujo para los sentidos.